–VER INFORME– Julio Borisonik, Vicepresidente de la Colectividad Israelita en Las Breñas, comenta sobre esta festividad.
Esta festividad, marca el comienzo del nuevo año según el calendario hebreo, es un período de profundo significado espiritual, lleno de tradición y esperanza.
En Las Breñas, la comunidad israelita, parte vital de la Capital Provincial del Inmigrante, celebra esta festividad de manera especial. Julio Borisonik, actual vicepresidente de la Colectividad Israelita local, nos comenta sobre la importancia de estas fechas.
Tradición y Espiritualidad
Borisonik explica que Rosh Hashaná no es una fiesta ruidosa, sino un tiempo para la introspección. “Es una festividad en la que cada uno se mira hacia adentro para ver qué hizo mal y qué hizo bien”, menciona. Se trata de un momento para reflexionar sobre las acciones del año que termina y proponerse ser mejores personas en el año que comienza.
Una Cena con Simbolismo
La cena de Rosh Hashaná está llena de alimentos simbólicos. Se come manzana con miel, que representa el deseo de un año dulce y próspero. También se comen granadas, cuyas numerosas semillas simbolizan la esperanza de que en el nuevo año se multipliquen las buenas acciones.
Además, es común comer pan de jalá redondo, en vez de trenzado, para representar la continuidad de la vida. Borisonik destaca la importancia de la unión familiar en este día, “las familias se juntan y de esa manera renuevan el deseo de que la paz reine en el mundo”.
Un Mensaje de la Comunidad
La celebración de Rosh Hashaná culmina diez días después con Yom Kipur, el Día del Perdón. En esta fecha, la comunidad judía ayuna y reza intensamente para pedir el perdón de Dios.
Julio Borisonik concluye con un mensaje que resuena en toda la colectividad: “Pedimos por un año de paz, de salud y que seamos todos mejores”. Estas palabras reflejan el espíritu de la comunidad en Las Breñas: una celebración que no solo se enfoca en la tradición, sino también en los valores universales de la paz, la unidad y la esperanza para el futuro.