–VER ENTREVISTA– VIH y SIDA, son enfermedades prevenibles desde la utilización de métodos conocidos, pero que no serían aplicados.
Es fundamental comprender la diferencia entre el VIH y el SIDA, los métodos de prevención y las consecuencias de la infección. Aquí te lo explico de manera clara, tal lo comentaba la médica especialista en Tocoginecología Alexia Weinhold en una charla ante estos medios de comunicación.
¿Qué es el VIH?
El VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) es un virus que ataca y debilita el sistema inmunitario del cuerpo. El sistema inmunitario es la defensa natural del organismo contra las infecciones y enfermedades. El VIH actúa destruyendo un tipo específico de glóbulos blancos llamados linfocitos CD4, que son cruciales para combatir infecciones. A medida que el VIH destruye estas células, el sistema inmunitario se debilita, haciendo que la persona sea más vulnerable a otras infecciones y ciertos tipos de cáncer.
¿Qué es el SIDA?
El SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) es la etapa más avanzada de la infección por VIH. No todas las personas con VIH desarrollan SIDA. El SIDA se diagnostica cuando el sistema inmunitario está gravemente dañado y la persona desarrolla ciertas enfermedades o infecciones oportunistas (infecciones que normalmente no afectarían a una persona con un sistema inmunitario sano) o cuando su recuento de linfocitos CD4 cae por debajo de un nivel específico. Sin tratamiento, el VIH puede tardar varios años en progresar a SIDA.
Métodos de Prevención del VIH
Existen varias estrategias efectivas para prevenir la transmisión del VIH:
- Uso correcto y consistente del condón: Los condones masculinos y femeninos son muy efectivos para prevenir la transmisión del VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS) cuando se usan correctamente en cada relación sexual (vaginal, anal u oral).
- Pruebas de VIH regulares: Conocer tu estado serológico y el de tu pareja es crucial. Si vives con VIH, iniciar el tratamiento antirretroviral (TAR) puede reducir la carga viral a niveles indetectables, lo que significa que no se puede transmitir el virus a otras personas a través del sexo.
- Profilaxis Pre-Exposición (PrEP): Es un medicamento que las personas que no tienen VIH toman antes de una posible exposición al virus para prevenir la infección. Es altamente eficaz cuando se toma según las indicaciones.
- Profilaxis Post-Exposición (PEP): Es un medicamento que se toma después de una posible exposición al VIH para prevenir la infección. Debe iniciarse lo antes posible (dentro de las 72 horas) después de la exposición.
- No compartir agujas ni jeringas: Para las personas que se inyectan drogas, es fundamental usar agujas y jeringas nuevas y estériles en cada inyección.
- Tratamiento de otras ITS: Tener otras ITS puede aumentar el riesgo de contraer o transmitir el VIH. Es importante hacerse pruebas y recibir tratamiento para cualquier ITS.
- Pruebas y tratamiento durante el embarazo: Las mujeres embarazadas con VIH pueden recibir tratamiento antirretroviral para reducir significativamente el riesgo de transmitir el virus a sus bebés durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Consecuencias del VIH y el SIDA
Las consecuencias de la infección por VIH, si no se trata, pueden ser graves y afectar diversos sistemas del cuerpo, como el deterioro de órganos y sistemas, infecciones, problemas cognigtivos o demencia,
Síntomas generales conocidos, son la fatiga crónica, pérdida de peso inexplicable, fiebre, sudores nocturnos y diarrea.
Es importante destacar que, con el tratamiento antirretroviral (TAR) adecuado y continuo, las personas que viven con VIH pueden llevar una vida larga y saludable, con una esperanza de vida similar a la de las personas sin VIH. El TAR controla la replicación del virus, fortalece el sistema inmunitario y previene la progresión a SIDA, así como la transmisión del virus a otras personas.